jueves, 21 de julio de 2011

#4: "Nuestra ficción"

Caminamos mucho hasta que oscureció. Teníamos frío y estaba por comenzar a llover, él ya no se acercaba ni tampoco me agarraba de la mano como antes. Había algo raro en su mirada. 
Me propuso ir a tomar algo por la Av. Corrientes. El bar era cálido, un tanto oscuro y con olor a café. Yo pedí una lágrima y él un cortado chico. Hablamos de política, de música y de cine. Yo estaba segura que esa iba a ser la última noche con él. Amagué a pagar lo mío, pero se apresuró y pagó él. Me acompañó hasta el subte de la línea B, me besó muy fuerte pero breve, nunca mas lo volví a ver.
La otra tarde caminando por Belgrano me lo encontré, él llevaba el pelo largo y desprolijo. Me miró un tanto sorprendido, habían pasado 4 años de la última vez que nos vimos, yo tenía el pelo de otro color, me vestía diferente y fumaba. Le sonreí, él también lo hizo, sin dudarlo nos abrazamos un largo rato. Le propuse ir a tomar algo fresco, era verano y hacía calor, él aceptó. 
Nos sentamos en una mesa chiquita pero cómoda, pedimos una gaseosa light. Me contó que se había puesto de novio, que estaba con mucho trabajo y que había cambiado de carrera. Lo veía ilusionado y eufórico. Yo le conté de mis proyectos, de mi nuevo negocio y de las ganas de viajar de Europa. Pedimos otra gaseosa, y seguimos charlando. Nunca se mencionó aquel café en calle Corrientes, ni por qué habíamos dejado de vernos. Estábamos juntos y eso era lo único que nos importaba. Sentíamos que los años no habían pasado, que éramos jóvenes y nada nos paraba.
Era hora de despedirnos estaba oscureciendo, yo me había mudado y tenía una hora de viaje. Esta vez pagué yo.
Me acompañó al estacionamiento donde tenía mi auto, cuando estaba por abrir la puerta, me tomó de la mano, me miró a los ojos y me besó. Nadie dijo nada, todo fue silencio. 
Me subí al auto, sabía que esa no iba a ser la última noche junto a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario